Qué palabra tan grande. Cuanto se ha escrito y hablado… y que difícil resulta alimentarla.
En mi proceso de certificación como Coach, me resonó la idea que “si no hay confianza en un colaborador, aún sin querer, se produce el mobbing”. Lo cual me llevó a analizar muchas situaciones vividas desde esa perspectiva.
La #confianza es una variable clave para generar calidez, probablemente la más importante ya que es un mecanismo automático, e impacta directamente en las dinámicas de trabajo de los equipos y en sus resultados.
¿Cómo relacionarnos desde la #confianza? Hay un trabajo individual importante relacionado con nuestro autoconocimiento, nuestros juicios, nuestras emociones y que debemos abordar para mejorar nuestras relaciones con otros. Solo desde la confianza podemos mejorar en la otra variable de #TheHUMANBrand: #competencia.
¿Confiamos en la competencia de nuestro colaborador para cumplir con sus compromisos? Tanto si piensas que sí, como si piensas que no… tienes razón.
Ante un concepto tan grande, ¿por dónde empezar? ¿Cuántos en el seguimiento de objetivos medimos el índice de confianza?
Ahora que se acerca el ecuador del 2021 te reto a incluir en el seguimiento anual el nivel de confianza en alcanzar los objetivos de enero. En tu próxima reunión de revisión de objetivos (individual o de equipo) pregunta a tus colaboradores por el nivel de confianza para alcanzarlos. ¿Te atreves?
Apuesto a que surgen otro tipo de conversaciones que implicarán otro tipo de decisiones y, de paso, un pequeño paso para construir la #CONFIANZA.
Por eso me gusta la metodología de OKR, porque más allá de la gestión se centra en la relación. #liderandoconOKR, parte del propósito y la cultura de la organización, trabajas a fondo los CFR (Conversaciones, Feedback y Reconocimiento), y se centra en el liderazgo para el éxito del modelo.
Como en otras metodologías de gestión sino hay #confianza en su sentido más amplio están abocadas al fracaso.
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